En la Vida de San Benito escrita por el papa Gregorio Magno cuarenta años después de la muerte del santo, el abad Benito manifiesta una especial devoción hacia la Cruz de Nuestro Señor Jesucristo, signo de salvación. En uno de los milagros narrados por su biógrafo, un vaso que contenía veneno se quiebra cuando San Benito hace la señal de la cruz sobre él. En otra oportunidad, uno de sus discípulos se siente perturbado por el maligno, y el santo le manda hacer la señal de la cruz sobre su corazón para verse librado. En su "Regla de los monjes", San Benito indica que cuando un monje iletrado presenta su carta de profesión monástica ante el altar, debe usar como firma una cruz. Estos y otros muchos indicios invitaban a los discípulos del abad San Benito a considerar la Cruz como una señal bienhechora que simboliza la pasión salvadora de Cristo, por la cual fue vencido el poder del mal y de la muerte.
Las investigaciones históricas sobre el origen de la Cruz-Medalla de San Benito han mostrado que su difusión comenzó probablemente en la región de Baviera (sur de Alemania) hacia el año 1647. En esa época, durante un proceso judicial, unas mujeres consideradas hechiceras declararon que no habían podido dañar a la cercana Abadía de Metten, porque estaba protegida por el signo de la Cruz. En dicho monasterio se hallaron pinturas con representaciones de la Cruz junto a las iniciales que acompañan hoy a la Medalla. Pero esas letras no pudieron ser interpretadas hasta que, en un manuscrito de la biblioteca del monasterio, se encontró la imagen de San Benito junto a la oración compuesta por las iniciales. En realidad, un manuscrito más antiguo procedente de Austria (siglo XIV), que aún se conserva, parece haber sido el origen de la imagen y de la oración. A pesar de que en el siglo XVII algunos la tuvieron por supersticiosa, debido justamente a las enigmáticas iniciales que acompañaban a la imagen, en el año 1742 el Papa Benedicto XIV aprobó el uso de la Cruz-Medalla de San Benito para todos los fieles
En el siglo XIX se dió un renovado fervor por la Medalla de San Benito. En los trabajos escritos de Dom Prosper Guéranger, abad de Solesmes, y de Dom Zelli Iacobuzzi, monje de San Pablo Extramuros, se estudia detenidamente el origen y la historia de la medalla. Desde este último monasterio, ubicado en Roma, foco de irradiación benedictina, se difundió también la devoción a la Medalla. La representación más popular de la misma es la llamada "medalla del jubileo", diseñada en la Abadía de Beuron, y acuñada especialmente para el Jubileo benedictino del año 1880, conmemoración de los 1400 años del nacimiento de San Benito Abad. Los abades benedictinos de todo el mundo se reunieron para aquella ocasión en la Abadía de Montecassino, y desde allí la Medalla de San Benito se diseminó por todo el mundo.
El poder de la Medalla de San Benito
La Regla de los monjes escrita por San Benito Abad (c. 540 dC), ha sido norma y guía
espiritual de innumerables comunidades monásticas
durante más de 1500 años.La medalla de San Benito, propagada en todo el mundo es célebre por su eficacia extraordinaria en el combate contra el demonio y sus manifestaciones, en la defensa contra maleficios de todo género, contra enfermedades, especialmente las contagiosas.
La medalla de San Benito une su fuerza exorcizante a la Cruz Cristo,señal de la salvación y liberación de todo mal.
LA IMAGEN DE LA CRUZ REPRESENTADA EN LA MEDALLA
La representación de la Cruz despierta en nosotros todos los sentimientos de gratitud con Dios, por el beneficio de nuestra salvación.
La Cruz causa terror a los espíritus malignos, que siempre retroceden ante ella, y apenas la ven se apresuran en soltar su presa y huir.
A San Benito se le representa disipando con la señal de la Cruz sus tentaciones y rompiendo con la misma señal el caliz que contenía una bebida envenenada. Cuando el espíritu maligno, para aterrorizar a los monjes, les hace ver el Monasterio de Montecasino en llamas, San Benito desvanece ese prodigio diabólico haciendo la misma señal sobre las llamas fantásticas. Cuando sus discípulos andan interiormente agitados por las sugestiones del tentador, les indica como remedio trazar sobre el corazón la imagen de la Cruz.
LOS CARACTERES QUE SE LEEN EN LA MEDALLA
Además de las imágenes de la Cruz y de San Benito, en la medalla están escritas unas letras, cada una de las cuales representa una palabra latina. Las palabras tienen un sentido
C S
P B
Significan: Cruz Sancti Patris Benedicto; en castellano, Cruz del Santo Padre Benito. Esas palabras explican el fin de la medalla.
En la línea vertical de la Cruz se lee:
C
S
S
M
L
Lo que quiere decir: Cruz sacra sit mihi lux; en castellano, La Cruz sagrada sea mi luz.
En la línea horizontal de la misma Cruz, se lee: N. D. S. M. D.
Lo que significa: Non draco sit mihi dux; en castellano, No sea el dragón mi guía.
Reuniendo esas dos líneas se forma un verso pentámetro, mediante el cual el cristiano expresa su confianza en la Santa Cruz, y su resistencia al yugo que el demonio querría imponerle.
Alrededor de la medalla existe una inscripción más extensa, que presenta en primer lugar el nombre de Jesús, expresado en: I. H. S. (En el modelo más conocido de la Medalla de San Benito el I. H. S. fue reemplazado por el lema benedictino PAX; en castellano, Paz).
Vienen después, de derecha a izquierda, las siguientes letras: V. R. S. N. S. M. V. S. M. Q. L. I. V. B.
Estas iniciales representan los dos versos siguientes:
Vade retro satana; nuncuam suave mihi vana
Sunt mala quae libas; ipse venena bibas .
En castellano: Apártate, satanás; nunca me aconsejes tus vanidades, la bebida que ofreces es el mal: bebe tú mismo tus venenos.
Tales palabras fueron dichas por San Benito: las del primer verso, con ocasión de la tentación que sintió y de la cual triunfó haciendo la señal de la Cruz; las del segundo verso, en el momento en que sus enemigos le presentaron una bebida mortífera, hecho que puso al descubierto bendiciendo con la señal de la vida el cáliz que la contenía.
Se puede utilizar estas palabras cuantas veces fuere asaltado por tentaciones e insultos del enemigo invisible de nuestra salvación. El mismo Cristo usó estas palabras Vade retro, satana –Apártate, satanás–
Basta que alguien pronuncie con fe tales palabras, para sentirse inmediatamente con fuerza necesaria para rechazar el mal.
USO DE LA MEDALLA DE SAN BENITO
Ahora bien, el poder de la Santa Cruz contra satanás y sus legiones es tal, que la podemos considerar un escudo invencible que nos hace invulnerables a sus flechas.
Se debe usar con fe la medalla de San Benito en las ocasiones en que más temamos y nos sintamos tentados así como protección de todo lo demoníaco, hechizos, magia negra, etc. Imprímala y póngala a la vista en cada una de las habitaciones o lugares donde desee protección.
Pueden descargarse la siguiente imágen con la Cruz. Para ello pinche en la imágen con el botón izquierdo y "Guardar imágen como".
ORACIÓN PARA PEDIR LA PROTECCIÓN DE SAN BENITO
Oh Dios destierra de nuestra vida, de nuestra casa, las asechanzas del maligno espíritu. Líbranos de toda mentira y engaño, de chismeríos y maledicencias, de malas lenguas y hechicerías.
Remedia nuestras necesidades espirituales, y corporales, por el símbolo de la Cruz de San Benito líbranos del mal.